Lista de ingredientes:
- 150 g de galletas tipo maría (24 galletas)
- 100 g de mantequilla (1/3 de taza)
- 400 g de queso crema (1 taza y media)
- 350 ml de leche (1 taza y 1/2)
- 250 ml de nata (1 taza)
- 200 g de azúcar
- 200 g de mermelada de frambuesas u otra mermelada
- 20 g de gelatina en polvo o 12 hojas de gelatina
- 120 ml de agua para hidratar la gelatina
Elaboracion:
1.- Preparación de la tarta de queso sin horno con meremelada. Utiliza un molde desmontable de 22 centímetros que previamente debes forrar. Coloca dentro de la picadora la mitad de las galletas partidas y pícalas hasta conseguir una harina de galleta. Pasa la harina de galleta a un bol y añade la mantequilla derretida y mezcla bien hasta que la mantequilla sea absorbida por la galleta. Vierte la galleta en el molde de la tarta y reparte bien por toda la base, dejándola lo más lisa que puedas. Aplánala bien con una cuchara o una espátula y lleva el molde al frigorífico para que endurezca la mantequilla.
2.- Coloca los dos sobres de gelatina en polvo en un bol y reserva una cuarta parte aproximadamente en otro bol para la cobertura. Si vas a usar hojas de gelatina, reserva 3 hojas para la cobertura y pon en remojo el resto. Hidrata la gelatina con un poco de agua.
3.- En un bol grande, vierte la nata o crema de leche y añade todo el azúcar. Bate empezando por una velocidad baja para luego ir aumentando. Cuando la nata empieza a espesar, reserva. No es necesario que esté montada del todo.
4.- En un cazo al fuego, coloca el queso crema y añade, aproximadamente, la mitad de la leche. Mezcla hasta que se incorpore y retira del fuego.
5.- Coloca en un bol la gelatina hidratada, la leche sobrante previamente calentada, y mezcla bien. Añade el queso crema y vuelve a mezclar. Deja enfriar unos 15 minutos a temperatura ambiente. Tras 15 minutos, con la mezcla ya templada, añade la nata que tenías reservada y mezcla bien. Con la ayuda de una espátula, vierte la mezcla en el molde de la tarta. Lleva la tarta al frigorífico durante, al menos, 5 horas, aunque lo mejor es dejarla toda la noche.
6.- Preparación de la cobertura de la tarta de queso sin horno. Hidrata el resto de gelatina con un poco de agua y mezcla. Una vez hidratada, agrega un poco de agua caliente para displverla bien. Calienta al microondas si ves que queda gelatina sólida. Incorpora la mermelada y mezcla. Una vez mezclado, vierte con cuidado por encima de la tarta. Introduce de nuevo en la nevera para que se enfríe. En esta ocasión con una o dos horas será suficiente. No viertas las mermelada caliente sobre la tarta o se mezclarán las dos capas.
7.- Cuando la tarta de queso sin horno esté bien fría y haya cuajado la cobertura, ya la puedes desmoldar. Mejor desmoldar justo en el momento de servir. Pasa un cuchillo por todo el borde para despegarla y abre el molde. Para que quede más bonita, quita los restos de queso con el cuchillo. Decórala con unas frambuesas y unas hojitas de menta fresca. Si lo prefieres, puedes usar gominolas, fresas o la decoración que más te guste. Cuanto más color le pongas, más bonita.