Lista de ingredientes:
- 1,5 litros de aguardiente blanco de calidad
- 250 g de azúcar
- 1 corteza de naranja
- 1 corteza de limón
- 1 rama de canela
- 1 cucharadita de granos de café
- 20 ml de café solo
Elaboracion:
Preparamos los ingredientes, nuestro recipiente para hacer la queimada y un cucharón que usaremos para removerla y que no se nos apague. Colocamos todo en una mesa que nos quede a una altura cómoda para ir removiendo. Cuando tengamos todo listo, echamos 1,5 litros de aguardiente en el recipiente.
A continuación, añadimos 200 g de azúcar aunque podemos añadir más o menos cantidad según nos guste la queimada más o menos dulce. Removemos bien para que se disuelva el azúcar.
Finalmente echamos 1 piel de naranja, 1 piel de limón, 1 rama de canela, 1 cucharadita de granos de café y lo mezclamos todo bien con ayuda del cucharón.
En este momento ya podemos prender fuego a la queimada. Esto lo haremos primero desde el cucharón. Para ello, llenamos un cucharón de aguardiente con unos 50 g de azúcar y le prendemos fuego con ayuda de un mechero y con cuidado. Para esto, no necesitemos calentar el aguardiente, lo prenderemos directamente como está, a temperatura ambiente. No obstante, si el aguardiente no es de buena calidad necesitaremos calentarlo un poco para que arda.
Cuando haya prendido el aguardiente del cucharón, poco a poco lo vamos bajando y vamos metiendo la cuchara en el recipiente con el resto del aguardiente para que se prenda todo el líquido.
Esto lo tenemos que hacer con cuidado para que se vaya extendiendo el fuego por toda la superficie. A partir de aquí, comenzamos a remover poco a poco con el cucharón para que se vaya quemando el alcohol. Podemos observar que al quemarse el alcohol del aguardiente, el fuego al principio tiene un tono azulado.
En este momento ya podemos a recitar el «Conxuro da queimada». Para ello, levantamos el cucharón entre estrofa y estrofa, y repetimos la palabra «lume» mientras dejamos caer el líquido y veamos cómo se aviva el fuego.
Después de un tiempo ardiendo, la probamos para comprobar si está en el punto que nos gusta de alcohol. El tiempo que se deja arder la queimada es relativo a los gustos de cada uno o resultado que se busque, y puede variar entre 15 y 30 minutos: a menor tiempo, más cantidad de alcohol todavía presente y por tanto la queimada estará más fuerte. Para probarla, echamos un poco en un pocillo y lo soplamos para apagar el fuego de este. Si nos gusta el resultado y el punto de alcohol presente, procedemos a apagarla. Nosotros la hemos dejado arder 30 minutos. Para apagar la queimada, podemos añadir un pocillito de café solo, unos 20 ml. Otra opción para apagar el fuego, es taparla.
También podemos dejar que se apague sola, sin removerla una vez se haya quemado todo el alcohol. En este caso el resultado será una bebida muy dulce y suave.
Una vez está lista, servimos la queimada gallega calentita en los pocillos de barro del propio recipiente como es habitual. Si no la consumimos toda mientras está caliente, fría también está buena, así que la podéis guardar y servir fría como un licor.
O conxuro da queimada
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas
Demos, trasnos e diaños, espíritos das nevoadas veigas
Corvos, píntigas e meigas, feitizos das menciñeiras
Pobres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas
Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte, fouciño do sátiro e pé do coello
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello
Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cús, muxido da mar embravescida
Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas, índose bañar na praia das areas gordas
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente quedando así purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si é verdade que tendes máis poder que a humana xente, eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fora, participen con nós desta queimada.