Farmacias de guardia de la provincia de Alicante.
Texto:
moso de la canción francesa llegó a París en 1951 y fue nacionalizado en 1985. Llevaba unos años retirado de los escenarios debido a una enfermedad incurable de bronquios que le impedía cantar y se dedicaba a la escritura y la pintura.
“Sus canciones han marcado a varias generaciones de franceses. Era un hombre con la voz dulce pero con las ideas fuertes”, resumió el presidente francés, François Hollande, en un comunicado. Una horas antes, la ministra de Cultura, Aurélie Filippetti, manifestaba su “tremenda tristeza” ante la desaparición de un “artista comprometido que enarbolaba valores humanistas”. “Era la expresión de la belleza del mestizaje cultural”, destacó el exministro de Cultura socialista Jack Lang.
“He tenido una vida apasionante. Me gustaría que lo siga siendo hasta el final”, dijo en una de sus últimas entrevistas en 2011 al diario francés La Croix. En ella anunció a duras penas —“me cuesta expresarme, mis músculos se han derretido”— que una enfermedad respiratoria “irreversible” le había forzado a abandonar definitivamente el canto. Su último concierto lo ofreció en enero de 2009 en Barcelona, el cual no pudo finalizar debido a aquella dolencia. Alejado de los escenarios, en los últimos años seguía dibujando, pintando y escribiendo. A finales de 2012 publicó su Petit abécédaire d’un amoureux de la Chanson (L’Archipel), un himno a su pasión por la canción francesa bajo la forma de diccionario de artistas.