Farmacias de guardia de la provincia de Alicante.
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Antonio José de Sucre y Alcalá nace en Cumaná, estado de Sucre; Venezuela el 3 de febrero de 1795. Hijo de aristócratas pierde a su madre a la edad de 7 años y queda al cuidado de su padrino el presbítero Antonio Patricio de Alcalá e inicia estudios de ingeniería militar en la Escuela de José Mires. Emigra a Trinidad al caer la primera república pero regresa en 1813 bajo las órdenes de Mariño.
Es nombrado coronel en 1817 por el general Simón Bolívar además de desempeñar las tareas de Jefe del ejército del Sur de Colombia en 1821 y logra la independencia de las provincias del Ecuador en las batallas de Río Bamba y Pichincha. Participa en activo en la batalla de Junín y gana la batalla de Ayacucho el año 1824 junto al ejército unido. Gracias a esta hazaña adquiere el título de Gran Mariscal de Ayachucho. Ocupa las tierras del Alto Perú un año más tarde. Este, a su vez, se independiza del gobierno de Buenos Aires, que adquiere el nombre de Bolivia. Se encarga a Simón Bolívar la elaboración de la constitución contando con Sucre como primer presidente de Bolivia durante dos años consecutivos.
El historiador Tomás Polanco Alcántara afirma que "el símbolo de la continuidad de Bolívar era Antonio José de Sucre. Paulatinamente, por su talento personal, por su dotes intelectuales y por su espíritu altivo, digno y limpio, Sucre se fue convirtiendo en el complemento indispensable de Simón Bolívar". La figura de Sucre siempre fue respetada por argentinos, chilenos y peruanos, pero la admiración proveniente de bolivianos y quiteños no era no era comparable a cualquier simpatía. Sucre no tuvo enemigos en Venezuela y en la Nueva Granada y se decía que sería el sucesor de Simón Bolívar.
Durante la reforma constitucional de 1830, los enemigos del monarca pusieron trabas en la toma de posesión del cargo de presidente ya que afirmaban que para ser lo se debían tener 40 años y no 35 como los que tenía Sucre. Se dice que esta también fue la causa de su asesinato por un disparo en las tierras de Berruecos. Si no hubiera sido asesinado hubiera heredado el legado de Bolívar que en palabras de este afirmaba que; "Lo han matado porque era mi sucesor".
