Farmacias de guardia de la provincia de Alicante.
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En 1740 fue tonsurado, para un año más tarde recibir las órdenes menores y el doctorado en leyes. Pero era evidente que el joven no había sido llamado para el camino religioso. Aunque entró al servicio del cardenal Acquaviva, sus constantes escarceos amorosos y una presunta implicación en el secuestro de una dama acabaron con su incipiente proyección eclesiástica, con lo que dio inicio a su trasiego viajero por Europa. Desde entonces, trabajó en multitud de trabajos, fue secretario, predicador, alquimista, jugador, director de loterías, violinista, soldado en el ejército veneciano, y espía.
Casanova hizo fortuna ganando a las cartas a ingenuos burgueses con quienes practicaba, con elegante desgano, todas las trampas del oficio (los burgueses que conservarían memoria orgullosa del desplume a manos del veneciano como si hubiera sido uno cicatriz en la mejilla dejada por un duelo aristocrático). Por cierto que Giacomo se batió en duelo, a su vez, una mañana muy temprano en el Bois de Boulogne y luego curó a su herido contrincante con un ungüento mágico, lo que le ganó para siempre un amigo agradecido y generoso. Solía tener facilidad para verse envuelto en intrigas políticas y sexuales.
Casanova se movió en medio de un ballet de noblezas; de pelucas empolvadas; de falsas danzas pastorales en el jardín del Trianon; de misas negras mandadas decir por las favoritas del rey, enfermas de celos y poder; de oficiales que regresaban de América enamorados de la ilusión de la libertad. Visitó España, donde propuso a Carlos III la creación de una colonia germanosuiza en Sierra Morena, aunque en Barcelona su espíritu de conquistador le condujo a cortejar a la esposa del capitán general de la plaza, motivo por el que fue a prisión 42 días. En el año 1755, lo encarcelaron por impiedad y por practicar la magia, pero al año siguiente consiguió evadirse en una sensacional fuga.
Viajó por toda Europa, logrando la confianza o la amistad de mucha gente importante y creándose fama por su ingenio y encanto con las mujeres. Fue favorito en la corte de Luis XV, rey de Francia, y amante de la marquesa de Pompadour. En 1785, Casanova se retiró al castillo de un amigo a escribir sus memorias, (publicadas póstumamente en 12 volúmenes, versión abreviada 1826-1838; edición completa en su original francés en 1960). Hace relación a sus aventuras y amores, además tiene un importante valor histórico, con sus fascinantes descripciones de los pintorescos caracteres y modales de la época. Se dice que tomaba una pócima: chocolate caliente con canela y nuez moscada, que garantizaba sus proezas amorosas.
Giacomo Casanova falleció el día 4 de junio de 1798 en el castillo de Dux convertido en el arquetipo del libertino ilustrado que seduce y estafa mientras habla de metafísica.