Este agradable itinerario circular nos conducirá por la divisoria de aguas de los montes de Iturrieta, que separan las tierras de la Llanada de las de Montaña Alavesa. Apostado en un rincón de estos montes se encuentra Onraita, antiquísimo núcleo rural y encuentro de rutas entre las tierras del Ebro y la Llanada Oriental. A nuestro paso veremos como surgen históricos parajes, como el Puerto de San Juan, o extraordinarias panorámicas, como aquella que se extiende desde el sinuoso escarpe de la sierra, dibujando las cimas de Euskadi sobre el amplio horizonte.
Punto de salida: Onraita
Punto de llegada: Onraita
Nivel de dificultad: Dificultad media
Distancia: 10,70
Tiempo: 3:00
Desnivel: 396
Descripción:
Desde la plaza de de Onraita nuestro itinerario sale del pueblo en dirección general este, pasando junto a la fuente-abrevadero-lavadero. A los pocos metros, en la encrucijada de caminos y carretera, dejamos a la derecha el asfalto de la A-4142 y prosiguimos de frente por el ramal derecho de una bifurcación. La parcelaria discurre entre campos de cultivo y, a unos 500 metros, deja una pista a la derecha. A los pocos metros se deja nuevamente otra pista a nuestra derecha. El camino deja a la izquierda la pista que accede hasta una gran balsa para riego, que queda encaramada sobre nosotros, entre el amplio pasto. A escasos metros abandonaremos la parcelaria por un camino herboso que sale a nuestra izquierda cuyo paso es cortado por un pastor eléctrico (1,6 km, 25’).
La vereda asciende serpenteando la ladera, superando un resalte rocoso. El camino transita sobre la roca desnuda y tras dos giros marcado del camino, la ruta se enfila en dirección a la cumbre del Monte Atxuri. Pocos metros antes de alcanzar una alambrada el camino hacia la cumbre gira a la izquierda y se desdibuja. Tras un último repecho se alcanza la cima del monte Atxuri con su vértice geodésico y el buzón montañero ( 3,8 km, 1 h). La panorámica que se domina desde lo alto de la divisoria es magnífica. Sobre la Llanada se elevan majestuosas las sierras de Entzia, Altzania, Aitzkorri, Elgea, Anboto y Gorbeia. El contraste entre ambas vertientes de la sierra es notable. Al sur, se extienden suaves laderas desprovistas de vegetación, mientras al norte las escarpadas vertientes se visten de frondosos bosques.
La ruta prosigue en dirección general oeste, siguiendo el sinuoso dibujo de la cornisa rocosa. Poco a poco vamos dejando atrás las cimas secundarias de Peña Redonda, Peña del Cura y Alto del puerto disfrutando de la inmensidad que nos otorga el horizonte.
Una alambrada nos marca el inicio del descenso hacia el Puerto de San Juan, lugar de paso de arrieros del medioevo. Esta histórica encrucijada impregnada todavía de los aromas de antaño, alberga una hermosa estela calcárea que soporta los embates del tiempo marcando la dirección al collado mientras una cruz de hierro marca el lugar de la desaparecida ermita que da nombre al puerto (5,6 km, 1h 35’).
Proseguimos hacia el oeste y en pocos metros surgen ante nosotros los restos del dolmen de Ataleku, en el que sobresale su túmulo adornado con dos lajas. Nuestro periplo continua en suave ascenso y gira a la derecha encontrándonos con el tortuoso camino de ganado que se oculta entre el hayedo. Tras coronar una pequeña cima se desciende hasta un collado. Bajo el frescor del hayedo y manteniendo a nuestra derecha el cortado del barranco, hallaremos al poco la variante del camino (6,7 km, 1 h 55’) que, a nuestra izquierda, conduce a Onraita. Esta variante permite alcanzar el casco urbano de Onraita a través de un sendero que discurre entre una hayedo con espinos, avellanos y serbales, alternados con algunos claros donde domina el sustrato calizo. La senda desciende con una dirección general sureste y tras superar una acusada curva, el camino se abre paso flanqueado de pastizales y se une a una pista de mayor entidad, desde donde se enfila directo hacia el núcleo de población (8,6 km, 2 h 25’).
Continuando hacia el oeste por la ruta principal seguiremos las marcas de los hitos de piedras y una vez fuera del hayedo remontaremos una loma hasta coronar el monte Soil, bajo el cual se extiende una amplia panorámica. El descenso requiere alejarse del cortado, conduciéndonos por una senda que sortea el escarpe por el lugar más idóneo, introduciéndose de nuevo bajo el dosel del hayedo. La senda se estrecha a su paso entre algunos espinos, quejigos y robles, para coronar la última ascensión entre vegetación herbácea. Una amplia explanada herbosa se extiende antes de alcanzar la cima. Es el lugar donde se cree se hallaba la antigua ermita que da topónimo a la cercana cumbre de Santa Elena, coronada por un vértice geodésico, un buzón montañero y una cruz de hierro evocando al viejo templo (7,6 km, 2 h 15’).
El descenso toma un desvío hacia la izquierda a los pocos metros de su inicio por una difusa senda que atraviesa un espinar. La ruta se interna en el hayedo que luego da paso a un claro en el bosque, paraje conocido como Garasabel. El descenso, en dirección general hacia el sur, cruza una alambrada y deja a nuestros pies las aguas retenidas en una gran balsa de riego (9 km, 2 h 40’). La pista se une a continuación con un camino, donde deberemos girar a la izquierda y proseguir entre los amplios pastizales hasta enlazar la parcelaria principal.
Nuestros últimos pasos hasta la vecina Onraita dibujan su huella por la parcelaria que se dirige serpenteando entre las suaves ondulaciones del piedemonte de Iturrieta. (10,7 km, 3 h).