El norte de la provincia de León, en plena Cordillera Cantábrica, podemos encontrar lugares poco conocidos por el gran público y que, sin embargo, merece la pena recorrer. En esta zona, el río Porma ha ido moldeando, a lo largo del a historia, un bello paisaje, delimitado por sinuosos valles, como el Valle de Langreo o el de Pinzón, y paredes escarpadas. Todo ello, muy cerca de la estación de esquí de San Isidro.
Por el camino, nos podemos encontrar con pequeños arroyos y pequeños saltos de agua, como los denominados forfogones, la Peña de San Justo, a casi 2.000 metros de altitud, así como el pinar que lo protege. Otra de las características de este bonito espacio reside en sus lagos de origen glaciar, ¡os maravillarán!
La ruta que os recomendamos pasa por dos de los lagos más emblemáticos de la zona y parte de la localidad de Isoba. Desde este municipio, la ruta sigue por el río Isoba hacia el Valle de Langreo. Desde ahí, se cruza un puente en dirección al Lago de Isoba, un lago de la Vega Fonda de gran belleza. Cruzando la carretera, aparece un sendero hacia las Laguna de Vega Fonda y, posteriormente, al lago Ausente. El itinerario continúa en dirección norte, hacia el arroyo del Peñón, donde posteriormente volver a Isoba.
Esta preciosa ruta, perfecta para conocer magníficos rincones de la Montaña Leonesa, es apta para personas que tengan un mínimo de experiencia haciendo senderismo. Con un recorrido circular, el itinerario consta de 12 Km. y se puede hacer en unas4 horas y media. ¡Totalmente recomendable!