Las hermosas vistas de la cara norte de la Sierra Nevada almeriense, especialmente espectaculares en invierno, os acompañarán durante la mayor parte de vuestra caminata. También primavera es una buena época para recorrer este sendero rodeados de llamativos colores a los pies de los últimos neveros.
Además, alargando un poco la ruta, se pueden visitar las ruinas de una fortaleza árabe, El Castillejo, desde donde disfutar de una espectacular vista de Abrucena y el valle del Nacimiento.
FICHA DEL SENDERO LA JAIROLA – EL CASTILLEJO (PR-A 303)
- Distancia: 9,9 km.
- Desnivel: 750 m de desnivel acumulado (Altitud mínima 906 m y máxima 1.328)
- Duración: 4,5 hora aprox. (ida y vuelta)
- Mapa IGN: 1029-1 (Abla).
- Tipo de camino: Sendero y pista forestal.
- Dificultad: Media.
- Información adicional:
DESCRIPCIÓN DEL SENDERO LA JAIROLA – EL CASTILLEJO (PR-A 303)
Precioso sendero para recorrer los alrededores de Abrucena por antiguos caminos de herradura que nos llevarán a varias cortijadas, algunas centenarias, situadas a los pies de Sierra Nevada. Siempre iremos acompañados de hermosas vistas de la cara norte de la Sierra Nevada almeriense, especialmente espectaculares en invierno. Encontraremos las ruinas de una fortaleza árabe, El Castillejo, desde donde disfrutaremos de una vista espectacular de Abrucena y el valle del Nacimiento.
Cómo llegar a Abrucena
El punto de partida de este sendero se encuentra a en Abrucena. Para llegar a Abrucena tomaremos la A-92 y saldremos por la salida 336 (Abrucena/Abla/Escúllar). Al llegar a Abrucena, callejeamos seguiendo las indicaciones hacia las Rozas. Pasaremos junto al Restaurante las Chinas y tras la siguiente curva de 180 grados podremos aparcar, casi cuando veamos que vamos a salir del pueblo.
Punto de partida
Desde donde hemos aparcado, debermos internanos en el pueblo para callejear y bajar hasta un mirador donde econtraremos el cartel informativo que marca el principio de la ruta. Podemos aprovechar para contemplar la panorámica, el pueblo blanco de Abrucena en primer plano y al fondo la Sierra de los Filabres.
Camino de la Jairola
Comenzamos nuestra ruta por el camino de la Jairola, que transcurrre entre huertas en terrazas, debido a la más que impresionante pendiente del barranco de la Rambla de los Santos cuyo fondo se encuentra a nuestra izquierda. Vamos junto a una acequia con agua de las cumbres de Sierra Nevada de cuyas vistas disfrutamos al fondo. Cruzamos un túnel y aparecemos en el mirador de la Jairola, parada obligatoria para fotos.
Seguimos por el sendero en paralelo a la acequia y sobre la Rambla de los Santos, hasta que en un tramo debemos bajar a ella, para caminar un pequeño tramo por su cauce entre rocas y junto a la corriente, hasta volver de nuevo al sendero.
Finalmente, tendremos que girar a la izquierda, para cruzar al otro lado de la Rambla. Hay que tener cuidado de no pasarse el cruce, porque hay un camino que sigue recto por la misma orilla y si nos vemos las señales nos pasaremos de largo.
A la otra orilla nos espera un fuerte ascenso. Menos mal que iremos acompañados de impresionantes vistas de Sierra Nevada.
El sendero zigzaguea para intentar reducir la pendiente. Aunque es una subida exigente, no es muy larga y finalmente llegamos a una pista forestal.
Los Monjos
En la pista iremos subiremos hacia la izquierda. Este camino, que va cruzando cultivos de almendros junto a algunos castaños de cierto porte, es la vía de comunicación de varias cortijadas. A nuestra derecha veremos Tautila, impresionante construcción a los pies de Sierra Nevada.
En esta zona en primavera se produce una explosión de llamativos colores. El verde aparece por todos los campos acompañado de los variados colores de miles de flores silvestres.
La pista nos lleva a la cortijada de “Los Monjos”, emblemática en Abrucena por su antigüedad, construida en 1507.
La Abruvilla
La pista sigue subiendo poco a poco, encontrándonos con varios cruces en algo más de medio kilómetro:
- Primero un cruce con forma de T, donde iremos a la izquierda
- En una recta, nos sale un camino a la derecha y a los pocos metros otro a la izquierda. Ignoramos ambos y seguimos recto.
- A continuación hay otro cruce donde un camino sube a nuestra derecha, nosotros seguimos recto.
Y llegamos a otro cortijo conocido, La Abruvilla, restaurado para poder dedicarlo al turismo rural.
Los Lotrines
Nuestra ruta continúa entre cultivos en terraza en una subida suave pero sin descanso. Encontramos otros tres cruces entre los cortijos de la Abruvilla y el de Los Lotrines. En el primero iremos a la derecha, en el segundo recto y en el tercero de nuevo a la derecha.
Hemos ganado suficiente altura para disfrutar a nuestra izquierda de una magnífica vista del llano que forma el valle del Nacimiento. Vemos Abrucena y al fondo Fiñana.
Pasamos junto al cortijo de Los Lotrines, que es el que se encuentra a mayor altitud, a unos 1.280 metros.
Cortijo de Haza Mocha
En la recta que baja hacia el barranco de los Chortales hay un cruce donde un camino sube a nuestra derecha. Nosotros seguimos bajando recto hacia dicho barranco que puede llevar una pequeña corriente de agua que cruza la pista.
Llegamos a un pequeño pinar para volver a zona de cultivos de almendros. Justo en el punto más alto de nuestra ruta, a unos 1.330 metros de altitud llegamos a un cruce donde abandonamos la pista que nos ha permitido visitar todas estas cortijadas. El cruce es bastante visible y está señalizado con un poste, pero es importante no pasárselo y tomar el camino a la izquierda que baja recto con bastante pendiente.
A unos 300 metros hay que desviarse a la derecha por un sendero, menos visible, que nos lleva al Cortijo de Haza Mocha. De gran tamaño y en ruinas, mantiene la arquitectura de pizarra típica de la zona. Con la habitual era y restos de antiguos bancales, está construido con muros gruesos para aislar de los duros inviernos a unos pobladores que vivían en lugares remotos.
Hay que tener cuidado de no perder el sendero en este enclave ya que no está muy claro. Debemos rodear el cortijo hasta el otro lado bajando por su derecha y luego girando a la izquierda.
Barranco de los Lotrines
A los pies del cortijo está el Barranco de los Lotrines. El sendero desciende paralelo a este barranco hasta que da una revuelta y baja hasta él para atravesarlo y comenzar a subir por su otra vertiente, pasando bajo el Cerro de la Piedra Sucia. La vegetación de esta zona es típicamente mediterránea, con matorral y chaparral.
El Castillejo
El sendero comienza un rápido descenso hacia El Castillejo. Deberemos tener cuidado ya que en algunos tramos en los que caminamos junto a cortados la senda es muy empinada y con arena suelta.
Llegamos al cruce del Castillejo. Iremos hacia la izquierda para acercarnos a las ruinas de esta fortificación elevada sobre un cerro enfrente de Abrucena. Vale la pena acercarse, el lugar tiene mucho encanto y ofrece espléndidas vistas de la cara norte de Sierra Nevada, Abrucena, Abla, el Valle del Nacimiento y las Sierras de Baza y los Filabres.
El Castillejo es un asentamiento con orígenes ancestrales, se han encontrado restos de cerámica neolítica, pero su épcoa más importante es en los siglos XII y XIII. Quedan aún restos de varias torres de su sistema defensivo y un aljibe romano. Más información en Almeriapedia.
Tras disfrutar de este enclave volvemos sobre nuestros pasos hacia el cruce y continuamos bajando.
Rambla de los Santos
El sendero continua bajando hacia la Rambla de los Santos, cada vez más pedregoso y pasando junto a múltiples terrazas de cultivos.
Llegamos al río el cual deberemos pasar por las piedras que sobresalgan del agua y toca hacer la última subida hasta el pueblo. Es bastante empinada pero no muy larga.
Abrucena
Entramos por Abrucena, pasando junto al conocido bar “Anca María” donde se puede hacer una parada técnica, o continuar a nuestra izquierda por la calle del Agua hasta llegar al punto de partida.
Ya tienes toda la información para hacer esta ruta por tu cuenta cuando quieras. Recuarda imprimir y llevarte el mapa, descargar el track (en wikiloc), y consultar la previsión del tiempo.