Casi todas las personas tienen dos riñones, y cada uno tiene un millón de unidades funcionales, que se llaman 'nefronas' (tenemos 2 millones de nefronas en total). En éstas se filtra el componente líquido de la sangre, hasta unos 160 litros al día, de los que se reabsorbe el 99%, porque al final sólo orinamos poco más de un litro al día.
El también jefe de la sección de Nefrología del Hospital Universitario de El Bierzo de Ponferrada (León) apunta también a la función endocrina de los riñones, por la que segrega dos hormonas y activa la vitamina D.
"Hay unas células que están alrededor de las nefronas, las 'células intersticiales', que producen una sustancia, la 'eritropoyetina', que actúa sobre la médula ósea. Esta sustancia tiene un efecto antianémico, el de estimular la producción de glóbulos rojos. Algunos deportistas usan esta sustancia para el dopaje, por eso a los ciclistas les miden el hematocrito", precisa el doctor Simal.
Igualmente, indica que en el riñón se produce la 'renina', encargada de percatarse de la pérdida de volumen sanguíneo en caso de haberlo, y de generar una vasoconstricción y un aumento de la presión arterial, para evitar ante una pérdida de sangre masiva que la persona no muera desangrada, por ejemplo".
Según precisa el miembro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la tercera función endocrina es la de activar la vitamina D sintetizada en la piel por los rayos del Sol, ayudando al mantenimiento del adecuado metabolismo del calcio.
¿Se puede vivir solo con un riñón?
En cuanto a si se puede vivir con un solo riñón, el doctor Simal afirma que es perfectamente posible. "Éste puede faltar por nacimiento, de hecho destaca que uno por cada mil bebés nacen con un solo riñón, o hay personas a las que se lo tienen que extirpar por enfermedad, o por un traumatismo. También hay personas que viven con un solo riñón porque han donado el otro", precisa el especialista.
"Las personas con un solo riñón no son enfermos. El riñón que queda sigue operativo, asume la función del que falta, y normalmente se hipertrofia, las nefronas se hacen más grandes. Si bien es verdad que estas personas pueden ser más sensibles a las sustancias tóxicas o a presentar determinados problemas de salud", subraya.
A esto habría que añadirle, según advierte el nefrólogo y urólogo, que a lo largo de la vida de una persona, se tengan uno o dos riñones, las nefronas "se pierden en pequeño número de forma fisiológica", por lo que con la edad el riñón también empeora sus condiciones, más en el caso de las personas con uno sólo.
Qué es lo que más pejudica a nuestros riñones
Con todo ello, el jefe de la sección de Nefrología del Hospital Universitario de El Bierzo de Ponferrada (León) enumera los hábitos que más perjudican a nuestros riñones, "órganos vitales para el funcionamiento de nuestro cuerpo":
1.- Sobre todo lo que más les perjudica es la toma de medicamentos, que son tóxicos para el riñón, y concretamente la ingesta de los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, el Diclofenaco o el naproxeno, por ejemplo. "En algunos países es la principal causa de entrar en diálisis.
No se debe abusar de estos fármacos, ya que representan la principal causa de toxicidad del riñón, pero la sociedad abusa de ellos. De hecho, hay personas que los toman de continuo y nunca se deben de ingerir más de una semana sin consultar al médico", advierte Simal.
2.- Otra hábito que puede perjudicar a nuestro riñón, especialmente en aquellos cuyo funcionalismo esté alterado, como puede ser el caso de los ancianos, es la escasa ingesta de líquidos; que ésta sea menor a 1,5 litros de líquido al día. Es importante saber que muchos ancianos pierden la sensación de sed o la tienen muy disminuida, lo que no quiere decir que no deban beber como el resto de la población.
Además, Simal avisa de que si se bebe poco líquido la orina es más concentrada y facilita la producción de cálculos en el riñón. Igualmente, advierte de que si se ingieren pocas cantidades de líquido, hay estudios americanos que también demuestran que a la larga se favorecen el cáncer de riñón, de vejiga y de las vías urinarias (uréter y pelvis), menciona.
"Al beber poco líquido aumenta el tiempo de contacto con el cuerpo de los posibles tóxicos ambientales ingeridos o absorbidos, por ejemplo los contenidos en el humo del tabaco, con las mucosas del aparato urinario, pudiendo inducir a la formación de tumores, en este caso por ejemplo de vejiga, riñón o de vías urinarias", remarca.
3.- Si tus riñones no funcionan bien, mantener una dieta rica en proteínas puede ser perjudicial porque los productos del metabolismo de las proteínas se eliminan mal y se acumulan.