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Este estadista, militar, político, prosista y burócrata alemán, cuyo nombre de pila completo era Otto Eduard Leopold von Bismarck-Schönhausen, nació en Schönhausen el 1 de abril de 1815 y falleció en Friedrichsruch el 30 de julio de 1898 y fue conocido comúnmente como Otto von Bismarck, y está considerado como el fundador del Estado alemán moderno y a quien se le apodaba como el Canciller de hierro, por su extrema firmeza al tratar temas relacionados con la hegemonía de Alemania conocido como el Reich.
Estudió leyes y desde 1835 estuvo laborando en los tribunales de Berlín y Aquisgrán, pero renunció para cuidar de sus territorios. Se convirtió en el líder de la fracción conservadora del Langtag prusiano, enfrentándose férreamente a la revolución de 1848, dejando ver ya lo que sería su objetivo político: la unificación de Alemania y la creación del Reich, basado en principios de autoridad sin cuestionamientos y por supuesto conceptos antiparlamentarios.
Obsesionado con el tema de la unificación, en 1862 cuando es designado como Primer Ministro de Prusia, introduce una reforma militar para poder disponer de un ejército sin límites, lo que le permite quitarle a Dinamarca en 1864 los ducados de Laurenburg, Schleswig y Holstein y dos años más tarde arrebatarle a Austria Hesse, Franckfort, Hannover y Nassau, creando así la Confederación de Alemania del Norte encabezada por Bismarck como canciller.
Y continuando con su plan, entró en guerra contra Francia, para anexarse Baviera y así crear en 1871 el Segundo Imperio Alemán, del cual se proclamaría primer ministro de Prusia y canciller. Se mantuvo en el poder por 19 años con una política conservadora, enfrentándose a los católicos y luego a los socialdemócratas. En su ánimo de aislar a Francia, organiza la Triple Alianza con Italia y Austria-Hungría en 1882.
Mantuvo un poder autoritario, sin perder las apariencias constitucionales, en un intento de neutralizar a las crecientes clases medias, apoyándose en los liberales y dejando a distancia a la Iglesia Católica, favoreciendo abiertamente a los terratenientes. Ya en 1879 se aleja de los liberales, aliándose con el partido católico para proteger el crecimiento y desarrollo industrial alemán y frenar el movimiento obrero, declarándolo ilegal mediante las Leyes Antisocialistas y de esta manera atraerlos hacia la legislación social, que era en su momento, la más avanzada del momento.
En 1890 cae al enfrentarse a Guillermo II que insistía en prolongar el ascenso de Alemania en la adquisición de un Imperio Ultramarino y se retiró a vivir en su territorio donde falleció en Friedrichsrusch el 30 de junio de 1898 cuando tenía 83 años de edad. Esta particular posición de Bismarck contrarrestaba con la actitud generalizada de las otras potencias europeas que pugnaban por mantener los territorios de ultramar, mientras que el aducía que Alemania no contaba con una potencia naval como para defender esos territorios de ultramar.
Más adelante él revisará su posición confirmando que eso se podría hacer con algunas limitaciones que no implicaran más gastos para el Estado, por lo que la actividad de colonización de Alemania se concentró en los protectorados de Togo y Camerún, en donde contaban con la posibilidad de la explotación de las minas de cobre en África; en la región de Zanzíbar, en Oceanía que declara su soberanía sobre Nueva Guinea y en el archipiélago Bismarck o de Nueva Bretaña.
Casado con Johanna tuvo dos hijos y una hija: Marie, Herbert y Wilheim, quienes viajaban con su padre, por lo que visitaron Fráncfort, San Petersburgo y París. Su hijo menor, Wilheim redactó una biografía sobre su padre mientras estuvo al frente de la lucha por la unificación de Alemania y durante el tiempo que ejerció su cargo en el Parlamento de Fráncfort. Sin embargo, Marie y Herbert tuvieron una vida sobresaliente en la vida aristocrática alemana.
