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Huida fallida

Huida fallida Tal día como hoy, el 21 de junio de 1791, el rey de Francia Luis XVI intentó huir de París a la actual Bélgica acompañado de su familia. El plan no pudo llevarse a cabo porque se produjo un retraso y fueron identificados y capturados en Varennes.   El monarca fue trasladado de vuelta a la "ciudad de la luz", donde continuó como rey constitucional, aunque bajo arresto domiciliario hasta 1792. Este significativo episodio afectó de forma negativa en el marco de la Revolución Francesa y disminuyó la buena imagen de la familia real. La huida se produce ya que desde 1789, debido al estallido de la Revolución francesa, el monarca estuvo privado de autoridad y tuvo que conceder durante mucho tiempo los decretos de la Asamblea Constituyente. Después de lo ocurrido, el clima convulso hizo que algunos republicanos exigieran su deposición y otros un juicio por traición al pueblo francés. La consecuencia fue una condena a la guillotina, que se ejecutó en el caso del rey, el 21 de enero de 1793 y para María Antonieta, unos meses después de aquel mismo año.