Nota por admin » El 02 del 03 de 2020
El linfoma es un tipo de cáncer que afecta a una parte del sistema inmunológico del organismo, concretamente el sistema linfático.

El linfoma es un tipo de cáncer que afecta a una parte del sistema inmunológico del organismo, concretamente el sistema linfático. Este se encarga de ayudar al organismo a combatir infecciones y a controlar la circulación de líquidos en el cuerpo. Está compuesto por células llamadas linfocitos, un tipo de glóbulo blanco específico que da lugar al linfoma cuando se produce de manera anómala y descontrolada.

 

Existen distintos tipos de linfoma según los tipos de linfocitos que se ven afectados en cada uno de ellos. A continuación, los mencionamos:

  • Linfoma de Hodgkin: es aquel linfoma en el que, a través del microscopio, se visualizan lo que conocemos como ‘células de Reed-Sternberg’, que son los linfocitos B que te explicaremos más adelante.
  • Linfoma no Hodgkin: en el caso de que no se encuentren este tipo de células (linfocitos B), se considera como un linfoma no Hodgkin.

 

¿Qué son linfocitos B?

Existen 2 tipos principales linfocitos relacionados con el linfoma:

  • Linfocitos B (células B): las células B producen proteínas llamadas anticuerpos para ayudar a proteger el cuerpo contra los gérmenes (bacterias y virus).
  • Linfocitos T (células T): existen muchos tipos de células T. Algunas células T destruyen gérmenes o células anormales en el cuerpo. Otras células T estimulan o desaceleran la actividad de otras células del sistema inmunitario.

 

En el caso del linfoma de Hodgking, los linfocitos B son de un tipo anormal que se conocen como células Reed-Sternberg. En función del tamaño y recuento de este número de células, se diferencian dos tipos de linfoma de Hodgking: el ‘clásico’ y el linfoma de Hodgkin ‘con predominio linfocitario nodular’, que es bastante menos frecuente, que el primero.

 

Por su parte, el linfoma no Hodking también puede ser de diferentes tipos en función de la forma, el tamaño y patrón de crecimiento de las células cancerosas. Así pues, se distinguen:

 

Linfoma linfoblástico: en el que las células cancerosas afectadas son un tipo de linfocitos muy jóvenes llamados ‘linfoblastos’. Si se desarrolla en los linfocitos T, se conoce como linfoma linfoblástico de células T precursoras. Mientras que, si se desarrolla en los linfocitos B, se llama linfoma linfoblástico de células B precursoras.

 

Linfoma de Burkitt: que se origina en los linfocitos B y que comparte algunas características con el linfoma B difuso de células grandes (que te explicamos más adelante).

 

Linfoma de células grandes: es aquel que se desarrolla en células T o B maduras. Puede ser linfoma anaplásico de células grandes o linfoma difuso de células B grandes (LBDCG).

 

Este último, el linfoma difuso de células B grandes (LBDCG), se trata de uno de los linfomas más frecuentes, representando un 30% de los casos de linfoma no Hodgkin3. Como su nombre indica, su origen se encuentra en las células del tipo B, células grandes que tienden a proliferar rápidamente y de manera agresiva.

 

Este tipo de linfoma puede afectar a otros órganos fuera del sistema linfático como el estómago, las glándulas salivares o las amígdalas, produciendo dolor y obstrucción en el tránsito gastrointestinal.

 

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