Nota por MartinGL » El 19 del 10 de 2020
El síndrome de intestino irritable (SII), más conocido como colon irritable, es un trastorno crónico de la función del tubo digestivo.

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El síndrome del colon irritable es más frecuente a partir de los 50 años

El síndrome de intestino irritable (SII), más conocido como colon irritable, es un trastorno crónico de la función del tubo digestivo. Sus síntomas principales son el dolor o la molestia abdominal, la hinchazón abdominal y la alteración del hábito intestinal, que pueden producir estreñimiento y/o diarrea. Las causas por la que aparece el trastorno no se conocen a ciencia cierta y no existen de momento pruebas específicas para diagnosticarlo. 

Muchos de los pacientes que acuden al médico con síntomas de colon irritable tienen más riesgo de sufrir ansiedad y estrés. Por tanto, aprender técnicas de relajación y del autocontrol del estrés y la ansiedad, además de llevar una alimentación saludable y hacer actividad física de forma regular, son factores que pueden ser de gran ayuda para el control de la enfermedad.

No hay alimentos que 'limpien' el colon

Existen creencias erróneas que atribuyen a algunos alimentos un poder limpiador del sistema digestivo, más concretamente de su parte final: el colon. En este sentido, Susana Jiménez Contreras, especialista de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), se muestra tajante al afirmar que no existen alimentos que tengan ese poder: “El concepto de limpieza de colon no es un concepto médico-científico, y está más relacionado con el mundo de la naturopatía y la homeopatía. No se dispone de evidencia científica que avale tal práctica ni por medios mecánicos ni dietéticos. No existen alimentos que limpien el colon y lo recomendable es seguir una dieta equilibrada y sana y unos hábitos de vida saludables”.

El síndrome del colon irritable es una enfermedad crónica que aparece en forma de brotes y que se alterna con momentos en los que se produce una remisión de los síntomas. “No existen fórmulas mágicas (limpieza de colon, dietas definitivas) que consigan curar la enfermedad. Es muy importante, una vez que el médico ha realizado el diagnóstico, conseguir un adecuado conocimiento de la enfermedad por parte del paciente, lo que ayudará, sin duda, a un mejor manejo de trastorno”, añade Jiménez.

Medidas dietéticas

Aunque el colon no se pueda limpiar y no haya un tratamiento curativo sí hay medidas higiénico dietéticas que pueden ayudar a controlar los síntomas o, por lo menos, a mejorar la calidad de vida de la persona. De esta forma Jiménez aconseja:

  • Realizar una dieta personalizada. Entre las recomendaciones generales para todos los pacientes con colon irritable se debe: evitar el alcohol, el tabaco, los fritos, que favorecen las digestiones pesadas, y las comidas abundantes. También conviene huir de las bebidas gaseosas, que aumentan la distensión abdominal, al igual que los productos edulcorados ricos en fructosa, que además de la hinchazón pueden disminuir la consistencia de las deposiciones y producir diarrea en algunos casos. 

  • En los casos en los que sea necesario realizar restricciones dietéticas sobre la lactosa, la fructosa, los fructanos, los galactanos y los polioles (Fodmap) …, o el gluten, es imprescindible que esta dieta personalizada sea prescrita por un especialista.

  • Intentar llevar una vida tranquila con hábitos saludables: adaptar los horarios de las comidas adecuados, realizar 4-5 comidas ingestas diarias y moderadas. 

  • El ejercicio físico regular también es aconsejable y en los casos de colon irritable con estreñimiento pueden ayudar a contrarrestarlo.  

Perfil del paciente con colon irritable 

El síndrome del intestino irritable es más frecuente en personas menores de 50 años, especialmente en mujeres aunque también aparece en hombres. “Puede asociarse a otras enfermedades como fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, reflujo gastroesofágico, dispepsia funcional, dolor torácico de origen no cardíaco y trastornos psiquiátricos como depresión, ansiedad o somatización”, afirma Jiménez. 

El trastorno también comparte síntomas con otras enfermedades intestinales graves, como el cáncer de colon, aunque afortunadamente no pone en riesgo la integridad física de los afectados. “No por esto es menos importante, ya que puede llegar a menoscabar la calidad de vida de los pacientes que lo padecen de forma intensa, y de ahí su relevancia; además de que es un trastorno muy prevalente”, concluye Jiménez. 

Pese a que la investigación sigue tratando de averiguar cuál es la causa que produce la aparición del síndrome del intestino irritable, lo cierto es que aún se desconoce, pero Jiménez ha explicado a Cuídate Plus su relación con otras enfermedades

¿Una gastroenteritis puede originar el intestino irritable? 

Entre otras preguntas, la ciencia se ha planteado si el colon irritable puede tener origen en una gastroenteritis. Según Jiménez, algunos pacientes desarrollan el síndrome del intestino irritable tras una infección gastrointestinal grave, como por ejemplo la Salmonella o el Campylobacter. “Se desconoce cómo la infección es capaz de desencadenar el desarrollo del trastorno, y la mayoría de los pacientes no tienen historia de infección de este tipo”.

¿Una intolerancia alimentaria puede derivar en colon irritable? 

Según Jiménez, las intolerancias alimentarias son comunes en pacientes con síndrome del intestino irritable, lo que alimenta la probabilidad de que se deba a una alergia o sensibilidad alimentaria. “Esta teoría ha sido difícil de probar, aunque aún se continúa investigando sobre ello. La mejor forma de detectar una asociación entre los síntomas del síndrome de intestino irritable y la sensibilidad alimentaria es eliminar ciertos grupos de alimentos sistemáticamente (lo que se denomina dieta de eliminación), que solamente se recomienda bajo supervisión médica o de un nutricionista”, para evitar la aparición de déficits nutricionales o el empeoramiento de la calidad de vida del afectado.

Además, existen numerosos alimentos que pueden causar síntomas que simulan o agravan el trastorno: 

  • Derivados lácteos (que contienen lactosa)

  • Legumbres y vegetales como brócoli, coliflor, coles de Bruselas y repollo: “Estos productos aumentan el gas intestinal, que puede causar calambres. Algunos medicamentos también pueden producir efectos sobre el intestino que contribuyan a los síntomas”.

¿Los síntomas se asocian con sensibilidad intestinal al gas? 

Muchos investigadores creen que el trastorno está causado por un incremento de la sensibilidad visceral (de los órganos internos) a sensaciones normales.

“Esta teoría propone que los nervios del intestino poseen una hiperactividad en los pacientes con síndrome del intestino irritable, por lo que cantidades normales de gas o de movimientos intestinales son percibidos por los pacientes como excesivos y dolorosos. Algunos pacientes con síndrome del intestino irritable grave mejoran cuando son tratados con medicamentos que disminuyen la percepción del dolor en el intestino (tales como dosis bajas de imipramina o nortriptilina)”, concluye Jiménez.

Fuente: Cuidateplus.marca.com