Nota por admin » El 26 del 11 de 2022
La falta de educación sexual es a menudo culpable de que las personas sufran miedos o inseguridades en sus relaciones sexuales.

La cama suele ser el punto de encuentro donde hombres y mujeres se entregan a sus más ocultos deseos y recónditas fantasías. Sin embargo, bajo las sábanas también se esconden miedos que acaban por destaparse. La eyaculación precoz o la disfunción eréctil son de los más conocidos en ellos. Y ellas, ¿con qué inseguridades suelen lidiar?

“Cuando hablamos de miedos, nos referimos a un campo tan amplio que cada persona puede tener sus propios temores en función de sus experiencias anteriores, su educación sexual y lo que les hayan contado sobre el sexo, por ejemplo”, cuenta Sonia García, psicóloga, sexóloga y autora del libro “Los enemigos del sexo”. Precisamente, la educación sexual es elemento clave en el tema que nos ocupa. La falta de la misma es responsable de alimentar numerosas falsas creencias “totalmente infundadas”, afirma Ángel Luis Guillén, sexólogo y director del centro de Psicología y Sexología Psicopartner. 

“La educación sexual permite dar una visión de la sexualidad libre de estereotipos y de roles de actuación que libera a las personas para tener una vida sexual saludable”, añade Guillén. Los expertos consultados por CuídatePlus comparten cuáles son las principales preocupaciones que han recibido de sus pacientes:

  • Sentir dolor. Las mujeres temen sufrir molestias en la vagina durante el coito con la penetración. Esto suele estar relacionado con experiencias sexuales pasadas en las que han sufrido.
     
  • Ser cosificada y utilizada. Es motivo de consulta para muchas mujeres, pues temen que las vean solo como un objeto sexual. “Este temor tiene que ver con el sentimiento de ser utilizada para que la pareja pueda disfrutar y, una vez lo haya conseguido, la deje”, comenta Guillén.
     
  • No llegar al orgasmo. Hay pacientes que piensan que no van a tener un orgasmo y, por tanto, “que su cuerpo está roto y no funciona”, afirma García.
     
  • Exponer su cuerpo desnudo. Si la persona sufre algún complejo físico, se sentirá vulnerable y preferirá no mostrarlo. En este punto, la sexóloga indica que también hay mujeres con miedo a mostrar sus genitales, pues sienten rechazo por ellos al considerarlos “feos”. “En consulta, encontramos de manera muy frecuente una valoración excesivamente crítica y negativa hacia el propio cuerpo físico”, subraya el director de Psicopartner, quien agrega que “hay una creencia de que solo puedes atraer sexualmente a tu pareja si tienes un cuerpo perfecto”. 
     
  • Tener un embarazo no deseado. Se trata de un miedo predominante entre las mujeres y motivo habitual de que no disfruten de las relaciones sexuales en su plenitud. El psicólogo apunta que “en muchas ocasiones, aparecen pensamientos irracionales que producen una gran preocupación y evitan las relaciones sexuales satisfactorias”. 
     
  • Ser mala amante. A veces, hay una preocupación por que “la pareja tenga una buena valoración de ella como amante y que no busque fuera de la relación algo que ella no le esté dando a nivel sexual”, según Guillén. 
     
  • Contraer una infección de transmisión sexual (ITS). Este temor aparece (al igual que en otros ya mencionados) en ambos sexos. En este caso, la preocupación puede ser funcional porque hace que se tomen medidas de prevención.

Cómo vencer estos temores sexuales 

De nuevo, los especialistas coinciden en que es en la educación sexual donde hay más que insistir para prevenir estos miedos que, de agravarse, pueden afectar muy seriamente la vida sexual de la persona que los padece. Guillén señala que hay que identificar canales de educación sexual fidedignos y que estén gestionados por profesionales cualificados. 

Asimismo, el psicólogo recuerda que la falta de educación sexual es general, “por lo que es importante no basarnos únicamente en los consejos de amigos o familiares, sino contrastarlo con algún profesional sanitario”. García también hace alusión a aquellas referencias inadecuadas en el sexo como, por ejemplo, el porno. Sobre el mismo, hay que ser consciente de que este es solo ficción, no una referencia. 

¿Cómo puede ayudar la pareja?

La comunicación en pareja es vital en este tipo de situaciones. A este respecto, García manifiesta que la pareja ha de ser un espacio seguro, de respeto y de apoyo. “Puede ayudar brindando comprensión, apoyo y ayuda”, afirma. 

Además, la sexóloga aconseja que todo ello se debe llevar a cabo bajo ningún tipo de presión y sin tratar de buscar culpables, “animando si es necesario a acudir a un especialista y mostrándose en disposición de participar en el tratamiento si el profesional así lo requiere”. 

La importancia de acudir a un profesional 

Muchas personas piensan erróneamente que los problemas sexuales se resuelven solos con el paso del tiempo. Lo cierto es que el psicólogo-sexólogo es el especialista adecuado para trabajar los miedos y preocupaciones en lo que a sexualidad se refiere. 

La realidad nos dice que cuanto más tardamos en buscar ayuda, más se cronifican y más cuesta superar luego estos problemas. "Sí se superan, pero el tratamiento es mucho más sencillo si acudimos al especialista cuando llevamos unas semanas con el temor en cuestión rondando por la cabeza  que cuando lo padecemos desde hace diez años”, detalla García, quien concluye: “La sexualidad es natural, por lo que debemos normalizarla y hablar de ella sin tabúes”. 

Fuente: CuídatePlus