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Se encuentra dentro de los Ancares Leoneses en el ayuntamiento de Barjas (El Bierzo), y es uno de los conjuntos boscosos de hayas mejor conservados y más interesantes de la penÃnsula. |
Se encuentra dentro de los Ancares Leoneses en el ayuntamiento de Barjas (El Bierzo), y es uno de los conjuntos boscosos de hayas mejor conservados y más interesantes de la península. Tiene un elevado valor ecológico como protectores de los suelos, los recursos hídricos y la fauna silvestre. La época idónea para visitar esta ruta es en otoño, debido al gran colorido del que gozan las hayas, pero excepto en invierno, cualquier época es buena. En general, los tipos de hayedos que podemos encontrar son los silicícolas, propios de terrenos con roca madre de areniscas y pizarra; y por otro lado los calcícolas que se extienden sobre rocas calizas, que se mezclan con otras especies como tilos, mostajos, avellanos, robles… Distancia: 6,6 Km | Duración: 4 horas y 30 minutos | Estación recomendada: Otoño Señalización: Buena | Ruta circular: No | Dificultad: Moderada Coordenadas para iniciar la ruta: 42.627270 -7.0179570 | Descargar ruta: En este hábitat conviven numerosas especies como el carbonero palustre, trepador azul, rosalía alpina, lirón gris, corzos, ciervos, osos pardos, gatos monteses, ardillas rojas, lobos, zorros, tejones, martas, garduñas, jabalíes… Nosotros empezamos la ruta en la plaza del pueblo justo en la Calle Principal donde podremos aparcar nuestro coche. En apenas 1 km ya nos encontramos con la “Fervenza do Beiro”, que se compone de una serie numerosas cataratas que iremos dejando a nuestra izquierda a medida que vamos subiendo hacia el Hayedo de Busmayor. Justo después de la Frevencia cruzaremos por un puente y un poco más arriba nos encontraremos dos señales, la de la izquierda nos conduce hacia “A Cova da Raposa” a unos 100 metros, y la de la derecha nos guía a la “Senda do Faxeiral” donde podremos apreciar el espectacular Hayedo de Busmayor. Después del Hayedo de Busmayor nos encontraremos con una pequeña cascada, pero a partir de ahí el camino está muy mal conservado con demasiados helechos y zarzas dificultando cada vez más el trayecto, al menos en esta época del año. Nosotros decidimos dar vuelta por nuestros mismos pasos al llegar a una zona con multitud de avellanos.
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