De nuevo, regresamos a la Comarca de El Bierzo. Junto a los Montes Aquilanos, se encuentra una zona que parece aislada y que hace honor a su nombre: el Valle del Silencio. Efectivamente, en este valle parece que el tiempo se ha detenido. En un paisaje dibujado por el río Oza, sobresalen paredes escarpadas y cumbres redondeadas, con frondosos bosques a sus pies, con abedules, robles y encinas, a diferentes altitudes. Los pequeños arroyos que surgen, entre ellos el del Silencio, conforman un paraje único que tiene que ser conservado. Por eso, si lo visitas, sé respetuoso con el entorno.

El aislamiento de esta zona ha hecho que siga teniendo un enorme valor patrimonial, tanto cultural como natural. A su riqueza paisajística, hay que añadir sus pueblos de pizarra y monumentos de gran importancia, destacando Peñalba de Santiago y su impresionante iglesia mozárabe de principios del siglo X. De hecho, hay numerosas ermitas y monasterios por la zona, razón por la cual el Valle del Silencio se conoce como la Tebaida Berciana.

Precisamente, la ruta que os recomendamos parte desde la localidad de Peñalba de Santiago, desde donde poder descubrir algunos de los maravillosos rincones del Valle del Silencio. Desde ahí, el itinerario cruza un puente. Desde la ruta principal, puedes desviarte para visitar la Cueva de San Genadio. Posteriormente, volviendo hacia la ruta principal. El itinerario sigue hacia Montes de Valdueza, donde puedes visitar el Monasterio de San Pedro de Montes. Por el camino, tendrás una panorámica asombrosa del Valle del Silencio, como por ejemplo desde el Poco del Tuerto. El camino regresa a Peñalba de Santiago, pasando por la antigua Herrería de Montes y el Bosque de Jardonal.

Esta ruta circular tiene una longitud total de 16 Km. Un itinerario exigente en el que hay que estar atento a las señalizaciones. Se puede realizar en algo más de 6 horas, donde descubrirás un lugar único.